La escala hospitalaria de ansiedad y depresión (HAD) es un instrumento bastante utilizado como prueba de tamizaje para detectar desordenes de ansiedad y depresion. El contenido de la HAD está referido a los aspectos psicológicos de la ansiedad y depresión. La exclusión de síntomas somáticos (insomnio, fatiga, pérdida de apetito, etc.) evita equívocos de atribución cuando se aplica a individuos con algún tipo de enfermedad. Algunas investigaciones han mostrado que aproximadamente la mitad de los pacientes con diagnóstico de cáncer presentan problemas psicológicos relevantes.
En un estudio realizado con 215 pacientes hospitalizados y ambulatorios, se encontró que el 47% de la muestra presentaba trastornos psiquiátricos, de los cuales el el 68% presentaba un trastorno adaptativo, el 13% depresión mayor y el 4% trastorno de ansiedad. Pacientes hospitalizados en el Instituto Nacional de Cancerología (INC) mostraron un 56% de sintomatología, el 44.9% de los casos se distribuía en depresión, el 18.3% ansiedad y la combinación de ambos síntomas fue del 8.2%. Aún así, no existe un acuerdo en la prevalencia del trastorno depresivo y de ansiedad en esta población.
Diferentes estudios han mostrado que la depresión es uno de los factores con mayor potencial discriminatorio entre buena y mala adaptación a la enfermedad. El deterioro emocional del paciente oncológico puede comprometer la adherencia al tratamiento y la vida misma. Establecido el diagnóstico de cáncer, el paciente afronta diversos problemas relacionados con aspectos económicos y con la incertidumbre por la alteración de los planes de vida y miedo a la muerte. Esta crisis puede generar cuadros de depresión y ansiedad en dichos pacientes. El reconocimiento de los niveles patológicos de depresión y ansiedad es un aspecto crítico de la atención integral al paciente oncológico para establecer la intervención preventiva más adecuada.
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